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Historia del cerco:

Maniobra de Cerco Real. (Diccionario Reguart).

Historia y tradición (s.XVI- s.XVIII)

Imagen: Maniobra de Cerco Real. (Diccionario Reguart).

El cerco es una de las artes de pesca más antiguas de las que se conoce su práctica. En sus inicios, el cerco se realizaba desde ligeras y veloces embarcaciones a remo, las traineras, con las que se capturaban los peces rodeándolos y embolsándolos con una red, permitiendo capturar un mayor número de ejemplares. En un principio el “cerco antiguo” estaba destinado a anchoas y sardinas.

Maniobra de Cerco Real. (Diccionario Reguart).

Historia e tradición s. XIX

Mujeres y niños en el secadero de redes de xeito de Sada. (Libro Ondas de Irmandade II).

Las primeras artes de cerco, tal y como lo conocemos hoy en día, fueron empleadas en el País Vasco, extendiéndose por toda España y llegando a Galicia a principios del s. XIX, donde se adaptaron las embarcaciones tradicionales al cerco que procedía del País Vasco.

Maniobra de Cerco Real. (Diccionario Reguart).

Industrialización s. XIX

Trabajadoras de salazón en Sada. (Libro Ondas de Irmandade II).

El aumento de la demanda de sardina provocó la modernización de las embarcaciones tradicionales, pasando primero a vela y después a vapor. En cuanto al arte de pesca, se introduce el “cerco americano” o “cerco de jareta” proveniente de América. La “jareta”, es un cabo hecho de cuerda que recorría las anillas de la parte inferior de la red, de manera que al tirar de ella se forma una bolsa con la red encerrando el pescado. Esto permitía minimizar el escape del cardumen una vez cercado, permitiendo llevar este tipo de pesca cada vez a aguas más profundas.

Maniobra de Cerco Real. (Diccionario Reguart).

Traíñas o traineras s. XX

Antigua flota de cerco de Malpica. (Fotografía cedida por los asosciados de ACERGA).

Hacia 1900 en Galicia se introduce el arte de cerco de jareta comenzando a utilizarse desde embarcaciones a remo, como son las “traineras” que, compuestas por un patrón, un proel, doce remeros y una estructura fina, larga y ligera alcanzaba gran velocidad. Dado que estas embarcaciones en un inicio se utilizaban para un tipo de arte de playa denominado “traíña” se fue extendiendo esta denominación al arte de cerco pasando la “trainera” a ser conocida como “traíña” la cual consiguió desbancar al resto de embarcaciones más tradicionales por su mayor capacidad de captura.

En las Rías de Sada, Finisterre, Miño y sobre todo Vigo, esto generó un conflicto entre los pescadores de las traineras con los de las embarcaciones tradicionales. En el caso de las Rías de Muros, Arousa y Pontevedra los marineros de las embarcaciones tradicionales se veían arropados por los fomentadores y algunas instituciones. Este hecho provocó que la industria conservera fuese predominante en las zonas de Vigo y A Coruña mientras que la salazón dominó las Rías de Muros, Arousa y Pontevedra, ya que las artes de pesca tradicionales lograban abastecer a la industria de la salazón, al contrario que la conserva.